Cuando vuelven las canciones sobre amor y no ha transpirado desamor, las empanadas Ahora estan listas. Dos cortes de mezclilla son los tomaollas que utilizan estas mujeres de sujetar las bandejas calientes del horno. En contraste con la oscuridad de la boca del aparato metalico, sus delantales resaltan albos asi­ como planchadisimos.

El sobado de la maquina distaba demasiado sobre la versatilidad de sus manos. Y no ha transpirado igual que Con El Fin De Rosalia los usuarios siempre han tenido la justificacion, la parentela volvio an atesorar y a picotear la cebolla falto llorar. Nunca sueltan lagrimas, puesto que sus ojos se sitios de citas latinoamericanas totalmente gratis han acostumbrado al secrecion del bulbo.

Mas acerca de cocina chilena

Empanadas de pino 2021: una seleccion personal

Lo que Tenemos que conocer de comer asi­ como realizar sopaipillas

Empanadas de pino de el domingo

Hoy, acerca de el nevera Frigidaire de los anos de vida setenta de Rosalia, suena la radio sintonizada en una emisora de canciones antiguas. Mientras amasan, las chicas tararean con rostro sobre enamoradas: “que se nos rompio el amor de tanto usarlo” y no ha transpirado “no te salgas de mis brazos, sigue echada asi en la hierba”. La programacion AM continua con avisos de fiestas tangueras, vinos a donde “lo mejor va por dentro” desplazandolo hacia el pelo abrigos Loden.

–Es que arrugado nunca triunfa– explica la madre alisando el gorro blanco sobre cocinera de la de las hijas.

En el zaguan de la sencilla residencia sobre ladrillos a la ojeada, el trio se zampa el fruto de su empleo igual que En Caso De Que fuera la primera ocasii?n que comen empanadas. Antes de dar un segundo mordisco, la de las hijas riega con azucar el pino que se asoma, tal como hacia la abuela Mercedes anos de vida detras. La carne picada en cuadros enormes se mixtura a la prototipo con la cebolla curada en un extenso desarrollo. La masa se deshace en la boca, blanda asi­ como deleitosa inclusive la punta sobre las cachos, que de ningun modo quedan duros.

–Chiquillas, falta un vaso de vino– protesta Rosalia, risuena.

–desplazandolo hacia el pelo unas cuecas bravas– agrega Cristina, una femina tan entusiasmada con los negocios (se soba las manos cuando le surge un pedido de 400 empanadas sobre pino de volumen coctel) que, en las ratos libres, vende productos Avon por catalogo. Cada fin de semana, a la paso de la hogar de este matriarcado llegan vecinos galopando en sus Pathfinder o Cherokee en busca de empanadas perfectas, dobladas a la chilena, pintadas con renuevo sobre huevo y horneadas a fuego lento, muy lento, gracias a la tolerancia de los yernos sobre Rosalia. Las encargan por telefono con anticipacion Con El Fin De no quedarse falto ellas.

Solo en Fiestas Patrias venden cercano de mil empanadas. Y no ha transpirado casi nunca duermen para respetar con los endiciochados. El cantante piropo Motuda, la animadora Tonka Tomicic, el actor Francisco Reyes, el comediante Coco Legrand, la actriz Sandra O’Ryan, el ex ministro Alvaro Garcia y no ha transpirado el ex tenista Patricio Cornejo son varios sobre las usuarios frecuentes de Rosalia, una mujer carinosa criada en el sector chileno a punta de cabritos asados y no ha transpirado huevos azules. Nacio en 1936 en una hogar sobre adobe levantada en Maitenes, pueblito ubicado a la orilla del trayecto a Farellones. La crio su madre desplazandolo hacia el pelo su abuelo, un viejito escualido y bueno igual que el pan. En el jardi­n criaban cabras asi­ como pollos que utilizaban en el menu diario.

Sobre pupila jugaba an efectuar cazuelas en tarros sobre latex condensada que ponia acerca de una pequena fogata hecha con astillas del bosque. La sustancia la sacaba de los pajaritos que su primo Jose cazaba y desplumaba. Rosalia servia la miniatura a la parvada de chiquillos del sector.

Asimismo de la cazuelita, dos olores perfumaron la infancia de Rosalia: un naranjo en requiebro y la bandeja de pan amasado que todo el mundo los dias hacia su origen Mercedes. Sobre alla le viene el amor por la masa, el horno asi­ como la parentela reunida en la mesa.

En la actualidad vuelve a ser chiquilla cuando come pan caliente o se le cruza la galanteria sobre azahar en su actual huerto de camelias rojas, crespones asi­ como ligustrinas. Alla fuera reconoce el precio de las empanadas jugosas, la herencia que recibio de su madre asi­ como que traspaso a sus hijas que, a su ocasion, pasaran a sus nietos. Por los siglos sobre las siglos.

Rosalia Vega

Pastor Fernandez 15.521, Lo Barnechea, fono 22321 5933.

Comenta

Por favor, inicia sesion en La Tercera de alcanzar a las comentarios.